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Cusco

Cusco: vecinos tildan de “abusivo” a alcalde de Santiago

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Municipalidad distrital incrementó cobro por limpieza pública hasta 17.50. Sergio Sullca justificó que es por millonaria deuda por depositar la basura en Haquira

La municipalidad distrital de Santiago mantiene una deuda de cuatro millones de soles a la municipalidad provincial del Cusco por depositar su basura en el colapsado botadero de Haquira, y, en el intento de recaudar recursos para pagar la millonaria deuda, incrementó el cobro por el servicio de limpieza pública hasta los 17.50 soles, cuando antes era de unos 3.50 soles.

El alcalde Sergio Sullca Condori, reconoció que la deuda se arrastra desde gestiones pasadas, y que actualmente hay un déficit de liquidación, y que la nueva tarifa se ajustaría a un estudio que buscaría solucionar esa millonaria deuda “tengo que aclarar que este monto es el resultado de una estructura de costos que emite la municipalidad provincial del Cusco, porque evidentemente nosotros hacemos uso de Haquira”, subrayó.

El burgomaestre no solo justificó la deuda, sino, maquinarias que no estarían funcionando adecuadamente y merecen ser reparadas de forma permanente, el pago a trabajadores de manera puntual entre otros aspectos.

El cobro de los 17.50 que se realiza desde hace dos semanas no se ha socializado entre los vecinos, lo que ha generado incomodidad y malestar; sin embargo, para la autoridad el tema generaría más aun reflexión “yo digo también que es una forma de iniciar la reflexión. El haber incrementado a 17 soles y haber generado este reclamo y malestar en los vecinos, es una forma de dialogar”, agregaba, y ante la consulta si se les devolvería, manifestó que “hay mecanismos administrativos siempre”.

HABLAN LOS VECINOS

Guillermo Lucana Paucar, es un usuario de la tercera edad, discapacitado, que llegó a la municipalidad para señalar que es un abuso del alcalde este incremento “es absurdo lo que está cobrando, de 3.50 a 17 soles, en caso de mi persona acaso gano plata, eso es un abuso”, expresó.

Víctor Huayta es otro usuario, que señaló que Santiago está considerado como “distrito pobre” en el Perú y es ahora el que más paga por el servicio de limpieza pública a nivel nacional “lo que tenemos que hacer un memorial llevar a la Defensoría del Pueblo y al Poder Judicial para poner una acción de amparo contra este alcalde abusivo, no hay otra alternativa”.

Mirian Dorado, es otra de las usuarias que residió en el distrito de San Isidro Lima, donde por tres conceptos el cobro es menor que el que ahora se cobra en Santiago de Cusco “por limpieza pública, serenazgo, parques y jardines se paga 14.50 en zona residencial”, dijo.

Finalmente, el ciudadano Efraín Yépez señaló “realmente sorprendido por esta suba del costo de limpieza pública en Santiago, hago el llamado para que recuperen la ecuanimidad a los costos reales, porque estamos en el distrito más pobre de Cusco”, expresó.

SESIÓN EXTRAORDINARIA

Sullca dejó entrever que este incremento se analizará en una sesión extraordinaria, y solo se subiría a los 5 soles, empero, lamentó que haya hasta un 80% de morosidad “tenemos el registro por macrozonas, macrozona Huancaro, Margen Derecha, comunidades campesinas, casco urbano y en las ocho macrozonas la morosidad campea, existe, no estoy mintiendo”.

El incremento por el servicio de limpieza pública podría provocar más morosidad, sin embargo, considera la contrata de personas para el cobro “barrio por barrio” y “asociación por asociación”, de deudas menores que oscilarían entre los dos a tres soles. El tema fue conversado con el frente de defensa y vecinos del centro histórico.

PLANTA DE VALORIZACIÓN EN HUASANPATA

El problema de la basura no tiene cuando solucionarse, pero en Santiago alistan el proyecto de la planta de valorización que segregará residuos orgánicos e inorgánicos, con una inversión de 30 millones de soles, dinero que sería del presupuesto de la municipalidad o gestiones ante el gobierno regional y nacional.

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Cusco

Policía se habría tragado billetes para borrar evidencia de soborno en La Convención

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La fiscal anticorrupción de La Convención, Lizbeth Paúcar Fernández, tras la frustrada
intervención de un efectivo policial, a quien se le estaría acusando de solicitar dinero a su
colega, con el fin de que no sea sancionado de acuerdo a ley, en inspectoría, señaló que el caso se encuentra en reserva, y que aún no podría dar mayores declaraciones al respecto.
Mientras tanto, se dio cuenta que personal del área solicitó de manera inmediata las cámaras
de video, para probar, la fuga del agente policial en un auto. Su paradero hasta cierre de
edición es desconocido.
Este agente fue identificado con las iniciales J.B.C, técnico auxiliar de investigación de
Inspectoría de la Policía Nacional del Perú. Él según la denuncia habría solicitado a su colega,
15 mil soles, con el fin de manejar el proceso disciplinario que se realizaba en su contra, al no
conseguirse ese monto, habría bajado a 10 mil, con una cuota inicial de 3 mil soles, informó
Nueva TV Nacional.
Este hecho, salió a la luz, cuando la fiscal anticorrupción, Lizbeth Paucar, irrumpió en las
oficinas de Inspectoría de la comisaría de la PNP de La Convención. Barrios habría acabado de recibir el dinero, pero al verse descubierto, salió y se engulló los billetes en plena fuga para no dejar rastro. Los fiscales y policías no lo atraparon, y el corrupto desapareció.
Tras el hecho, fueron lacradas las oficinas de Inspectoría, sellaron expedientes y documentos
clave a la espera de la coronel PNP Edith Espejo, jefa de la zona.

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Cusco

Voces del territorio, el río tigre que enseña a construir gobernanza.

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Por René Torres.


En la cabecera de la cuenca del río Tigre, a más de cinco mil metros de altura, el agua desciende entre bofedales y peñas como un hilo de plata que se deshace. A su paso, las
comunidades de Chillihuani, Tintinco y Paucarpata tejen su vida entre alpacas que pastan en
pastizales cada vez más escasos y parcelas de papa nativa que resisten el frío y la erosión.
Hasta hace poco, este rincón del Cusco era casi invisible en los mapas. Hoy recibe miles de
turistas al día que suben a fotografiar la Montaña de Siete Colores, ese paisaje que parece
pintado por los dioses pero que nació, en realidad, del retroceso de los glaciares.
El éxito turístico llegó sin planificación. Trajo polvo, desechos, disputas por los ingresos y la
sensación —como recuerdan los comuneros— de que el territorio se les escapaba de las
manos. Pero en medio de esa tensión, un nuevo proceso se está gestando. Uno que no vino
desde Lima, sino desde las propias comunidades.


Un territorio que buscaba escucharse


Cuando Norma García Ventura, coordinadora del proyecto del Centro Bartolomé de Las Casas
(CBC), llegó a Cusipata, no llevó un diagnóstico escrito, sino tiempo y escucha. “No
convocamos una gran reunión para que nadie asistiera”, recuerda. “Fuimos comunidad por
comunidad, escuchamos a las mujeres, a los jóvenes, a las autoridades. Todos coincidían en
algo: no se reconocían entre sí”.
En ese contexto de débil gobernanza y fragmentación, el CBC propuso una intervención
financiada por la Embajada de Canadá, enfocada en fortalecer el liderazgo comunal, la gestión sostenible y la participación de mujeres, hombres, niñas y niños en el manejo del territorio.
“El centro del proyecto no es resolver el conflicto por los ingresos del turismo —explica
Norma—, sino trabajar la gobernanza de los recursos. Que las comunidades entiendan que lo
que hacen arriba afecta abajo, que el territorio se gestiona colectivamente”.


La metodología de los pequeños pasos
El proyecto no comenzó con talleres ni formularios, sino con caminatas. Antes que trazar un
plan, el equipo del CBC decidió volver a recorrer el territorio. Subieron a Chillihuani, bajaron a
Tintinco, se sentaron en las asambleas comunales, escucharon los reclamos, los silencios, las
sospechas. Descubrieron que, más que un plan de desarrollo, las comunidades necesitaban
volver a reconocerse entre ellas.
“Convocábamos reuniones y no venían”, cuenta Norma. “Entonces fuimos casa por casa,
asamblea por asamblea. Escuchamos lo que dolía: que las mujeres no tenían voz, que los
jóvenes no veían futuro, que el turismo había dividido a la gente”.
De esas conversaciones nació la idea de una escuela de liderazgo territorial: no un aula, sino unproceso colectivo donde cada comunidad aprende a mirar más allá de sus límites. En paralelo,se invitó a los niños y niñas de las escuelas a observar el agua que baja de la montaña. Algunos midieron su temperatura, otros detectaron bacterias, y todos comprendieron que el río que cruza su comunidad también habla de ellos.
Así, paso a paso, sin prisa, se fue tejiendo una red de aprendizajes y responsabilidades
compartidas. Las reuniones comunales se transformaron en espacios de diálogo; los problemas ambientales, en temas de conversación y acción. Como resume Juan Víctor Béjar, coordinador de territorio del CBC: “La estrategia no fue imponer, sino acompañar. Sentarse a escuchar hasta que las comunidades empezaran a hablar entre sí”.


La mesa donde el territorio se reúne

En la sede municipal de Cusipata, se reúnen autoridades comunales, representantes del gobierno local, rondas campesinas, salud, educación y organizaciones sociales. “Generar un espacio de gobernanza requiere tiempo y procesos de concertación con todos los actores —advierte Béjar—. Pero si este plan no se implementa, si no lo asume el gobierno local, será solo un documento más”.
El desafío, dice, es lograr que esta mesa se consolide como una estructura de decisión
colectiva que trascienda los proyectos. Un espacio donde la gestión del agua, del turismo y de
los recursos naturales deje de ser un asunto individual para convertirse en una tarea común.


Los niños que miden el futuro

En las aulas rurales, los estudiantes se convierten en pequeños guardianes del agua. Armados con botellas, termómetros y tiras reactivas, analizan el agua que corre hacia la montaña. “El monitoreo ambiental ha generado entusiasmo —cuenta Béjar— porque los niños entienden que están midiendo el futuro de su comunidad”. Los docentes, por su parte, ven en esta práctica una manera de reconectar la educación con la vida y fortalecer la conciencia
ambiental desde la infancia.


Las voces que faltaban
El análisis de género del CBC reveló que las mujeres artesanas y trabajadoras del turismo
tienen poca representación en los espacios de decisión. La respuesta fue integrarlas en cada
componente del proyecto: lideresas en la mesa de gobernanza, mujeres en la reforestación y
niñas en el monitoreo del agua. “Se ha visto su involucramiento en los talleres y asambleas
—dice Norma—. Empiezan a tener voz en decisiones comunales”.


El desafío de permanecer
A medio camino de su implementación, el proyecto ya deja huellas visibles: comunidades que
dialogan, autoridades locales más conscientes y niños que observan el agua como un bien
común. Pero el camino recién empieza. “Lo más importante —dice Norma— es la
concientización y el involucramiento. Que se den cuenta de que tienen mucho potencial y que
no pueden deteriorar todo por explotar un solo recurso”.
Béjar coincide: “El reto será consolidar el comité de microcuenca y articularlo con otras zonas,
porque más allá de Vinicunca hay lagunas, pinturas rupestres, puentes coloniales, cultura viva.
Hay un territorio entero que merece ser cuidado”.
Mientras el río Tigre sigue su curso y la montaña de colores se multiplica en miles de
fotografías diarias, algo cambia en silencio. Las comunidades que antes no se hablaban ahora
comparten una mesa. Los niños que antes solo veían turistas ahora son guardianes y vigilantes de la calidad del agua. Y las agencias que antes solo extraían comienzan a preguntar cómo pueden devolver.
Porque en Cusipata, el verdadero color de la montaña no está en sus vetas minerales, sino en
las manos que aprendieron a gobernar el territorio que les pertenece.

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Cusco

Corredor minero bloqueado en Chamaca Chumbivilcas

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Pobladores del distrito de Chamaca, provincia de Chumbivilcas, bloquean el corredor minero
utilizado por vehículos de la empresa minera “Las Bambas” en exigencia de recursos para
proyectos de desarrollo.
Los habitantes de diferentes comunidades tomaron la carretera con carteles exigiendo la
ejecución de proyectos de salud, educación, vías y otras obras, tras recibir información del
Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), de la carencia de presupuesto para atender dichas
obras.
No obstante, informan que enviaron múltiples solicitudes al Gobierno Central y no obtuvieron
respuesta, y, ante esta ausencia decidieron medidas de lucha en puntos estratégicos del
corredor minero.

En tanto, exigen la instalación de una mesa de diálogo con la presencia de la Presidencia del
Consejo de Ministros, las carteras de Energía y Minas, Transportes y Comunicaciones, de
Vivienda, Salud, Economía y Finanzas.

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